La pulpería Quilapán, un remanso de paz en la ciudad

28.06.14 Un domingo a la tarde, en el corazón de San Telmo, Grégoire Fabre nos abre las puertas de la pulpería Quilapán, su proyecto en desarrollo desde hace casi dos años, a punto de concluirse para la primavera. Inmediatamente estamos envueltos por la magia que se desprende del lugar, desde su fachada de estilo colonial, hasta los viejos calcáreos que cubren el piso de la sala, sus paredes de ladrillo rojo, los granos de polvo que vuelan en el aire, y finalmente esta impresión de llegar a un lugar fuera del tiempo, excepcionalmente tranquilo, pese a su ubicación detrás de la feria dominical de San Telmo.

A nuestra derecha, una mesa metálica redonda Quilmes, con cinco sillas desparejas dispuestas alrededor. En el patio y jardín detrás de nosotros, los rayos del sol iluminan este día invernal. Grégoire nos invita a sentarnos, y empieza la historia de la pulpería.


La pulpería Quilapán, un soplo campesino en la ciudad

“Quisieramos que la pulpería sea un lugar de buena convivencia, donde venga la gente del barrio, y que esté abierto desde las 6 de la mañana hasta las 2  de la madrugada, para que puedan disfrutar los trabajadores que arrancan temprano, tanto como los aficionados de la vida nocturna. Acá se podrá comer una picada, un desayuno o un plato casero, pero la palabra clave es una comida sencilla, tradicional, basada en productos bueno y locales, y con precios razonables. Pero se podrá también tomar un trago (o mejor dicho un Vermut), jugar al metegol, al sapo o a la taba, hacer unas compras en el espacio almacén, de comida o de artesanías, llegadas de todas partes del país pero también bailar la chacarera en la peña”.

Grégoire y Tatiana (la pulpera a los ojos celeste) siguen su búsqueda del buen producto en todos rincones de la Argentina y proyecta, en el largo plazo, introducir un sello “eco, socio, cultural” para seleccionar y valorizar algunas producciones que tienen un impacto positivo sobre su entorno. Pero la filosofía de la pulpería es la de ofrecer exclusivamente  ingredientes cien por ciento argentinos.

Visita guiada de la casona de Defensa al 1344

La casa en refaccionLa casona que se esconde al 1344 de la calle Defensa, en sí misma, es un lugar de interés, una curiosidad en la ciudad. Esa maravilla antigua marcada por las capas de obras y modificaciones, iniciadas por sus dueños sucesivos,que se superpusieron sobre sus fundaciones, y las protegieron así de los daños causados por el tiempo. Conscientes del potencial cultural e histórico de esta casa, los pulperos decidieron emprender unas excavaciones con un equipo de arqueólogos, durante dos años enteros, ¡y no fue en vano! Entre otros, descubrieron una pared de ladrillos de los años 1750 que decidieron poner en valor, unas piezas de metal que sirvieron para los rieles de los primeros ferrocarriles, pero sobre todo, debajo de un árbol, un pozo escondido, que había sido tapado durante el siglo XIX a los comienzos de la epidemia de fiebre amarilla, epidemia que también llevó al abandono de la casa por sus dueños. Y en el fondo de este pozo, unos verdaderos tesoros: una falsa moneda con la cabeza de Carlos IV, un soldadito de plomo, un anillo y una esmeralda…

Pero lo fascinante del lugar, lo que también conlleva a su atmosfera retro tan particular, son sus objetos: buscados, descubiertos, negociados por el pulpero, y así acumulados en la pulpería con una atención minuciosa. Al empezar con la barra misma, el exprimidor que está colocado encima, y hasta las cajas de madera Cinzano que sirven como alacena, cada mueble tiene una historia bien particular. ¡No piensen que el franchute se perdería en esta cueva de Ali Baba! Por el contrario, él conoce precisamente las historias y anécdotas escondidas detrás de cada objeto, y les podría contar en detalle cómo y dónde les adquirió. La pulpería más bien se adapta a la arquitectura del lugar, una casona criolla de estilo colonial, y a sus objetos, y no a la inversa.

Una pulpería real, y un espacio virtual

Pero no es todo: la pulpería, según las palabras del pulpero francés, no es sólo un lugar en San Telmo, sino también una página web donde relevar todas las informaciones acerca de este proyecto, y medir el impacto real de su acción cultural. No duden en visitarla, www.pulperia.com.ar, ya que desde ahora se puede leer artículos temáticos, noticias de la pulpería, y columnas de opinión del pulpero, así como unos chistes imperdibles. Tan pronto como abra sus pertas, la pagina ofrecerá igualmente entrar en contacto con los productores asociados a la pulpería, “de quesos, fiambrerías o carnes, para que se encuentren el campo y la ciudad, las provincias y la capital”. Y para los que siguen teniendo algunas consultas, la página web cuenta con un tchat, para preguntarle directamente al pulpero, o solo discutir un rato!

mundial pinguino copa con eslogan

Una última consulta al pulpero: porqué haber elegido el nombre de Pulpería Quilapán?

José Santos Quilapán fue el ministro de guerra del Rey de Patagonia, Antoine de Tounens, que reunió a los pueblos indígenas del continente para resistir a la presión colonial. Pues Quilapán evoca la defensa de las raíces nativas, así como un discreto guiño a la Francia, ya que el rey de Patagonia era francés.

Lo habrán entendido, la pulpería será un espacio nostálgico desconectado del tiempo para encontrar los mejores productos argentinos, para los amadores de historia y sobre todo de la historia en la historia.

Fecha prevista de apertura: 21 de septiembre 2014. ¡No falten visitarla!

Videos / Facebook / Web

Maud Legros