Desde su llegada a Europa, en manos de los conquistadores que habían arribado a tierras americanas, el cacao no dejó nunca de crecer y su propagación por el viejo continente fue inmediata. Al principio, en forma líquida, se bebía caliente y era una de las infusiones preferidas de las damas de la aristocracia. Con los años, y gracias al farmacéutico Sulpice Debauve, el chocolate encontró su costado sólido en Francia y fue a partir de ese momento que pudimos disfrutar del crujido delicioso de este alimento. Los pueblos originarios de América, por su parte, continuarían bebiéndolo por muchos años más…

El mundo del chocolate es un universo aparte. No sólo varían sus estados, sino que las texturas, preparaciones y combinaciones son de las más diversas. Algunos se vuelven locos con las frutas bañadas en chocolate, otros con los rellenos de ganaches perfumadas o pralinés abundantes. Hay quienes aman el blanco, otros aquel más suave hecho con leche y muchos otros se animan a comerlo bien amargo, con un alto porcentaje de cacao. Afortunadamente hay para todos los gustos y los maestros chocolateros nos ofrecen un abanico extenso y de deliciosos sabores.

Los más expertos[1] dicen que para reconocer un chocolate de buena calidad es necesario, por ejemplo, en el chocolate amargo, que su superficie tenga un aspecto brillante, con un perfume profundo y franco cuyo sabor en boca perdure un largo tiempo. En lo que concierne al chocolate con leche, las opiniones varían, pero se aconseja un porcentaje de cacao superior al 20% y con un buen equilibrio entre leche y cacao.

Pero además de ser delicioso, hoy sabemos que el chocolate nos hace bien. Se dice que su consumo ayudaría a proteger el corazón y aumentar el flujo sanguíneo que llega al cerebro interviniendo en los procesos relacionados con el estado de ánimo. También se le adjudican propiedades antioxidantes ya que prevendría el envejecimiento prematuro de las células. Y si bien no está consensuado aún qué cantidad de chocolate se puede consumir diariamente, recomiendan hacerlo en pequeñas dosis y dentro de una dieta saludable. La mayoría de los estudios aseguran que es más beneficioso ingerir chocolate con un alto porcentaje de cacao, lo que lo hace más amargo pero sin tanto concentrado de azúcares. Aunque aclaran que no es sólo el alto porcentaje de cacao que se debe tener en cuenta, sino su procedencia y el proceso que siguió el grano de cacao para la fabricación del producto final.

Desde hace unos años, países como Francia, Bélgica y Suiza figuran entre los grandes creadores de chocolates de excelente calidad en Europa. En América Latina, Colombia y Ecuador lideran el ránking. Por su parte, la Argentina también conoce la excelencia en este rubro y son muchas las empresas y artesanos que fabrican productos de calidad premium. Aquí tan sólo nombramos algunos de los países que se destacan, sin embargo son tantos los que han logrado hoy en día desarrollar productos de alta calidad que, a los fines de poder reunir y promocionar a la mayoría, se realiza desde el año 1994 el Salón del Chocolate, un evento mundial dedicado al chocolate y al cacao. Creado por Sylvie Douce y François Jeantet, una pareja de emprendedores franceses unidos por una gran pasión, el chocolate, este evento implantó su fórmula rápidamente en Europa y actualmente se celebra en New York, Moscú, Lyon, Londres, entre otras muchas ciudades. Con diferentes temáticas cada año, en el mes de noviembre se celebrarán los 25 años desde su creación.

Sabemos que quizás Europa quede un poco lejos para asistir al próximo Salón del Chocolate… Pero si te dijésemos que en agosto vas a tener 2 días para conocer y degustar los mejores chocolates, te sumás ? Los días 24 y 25 de agosto, se organiza “La Chocolaterie” (@ferialachocolaterie), la primera feria del chocolate premium en Buenos Aires que reúne a los mejores chocolates que ofrece el mercado argentino. Ya estás avisado !

Paula Ruiz

@pola.rz.okey

[1] https://www.croqueurschocolat.com/la-qualite-du-chocolat/