El arte de “picniquear”: la evolución de una práctica de todos los tiempos!

Cuando durante el período invernal la temperatura sube unos grados y nos permite salir del estado de hibernación al que nos entregamos durante esa época, somos felices acá, en París o en cualquier parte del mundo. Los días de sol nos alegran y permiten realizar un montón de actividades con mucho más entusiasmo!  Algo que se ve mucho en Francia, y también en nuestro país, es el hábito de preparar algo rico y práctico, y salir de picnic con amigos, en familia o por qué no solos, acompañados de un buen libro o música que ayude a disfrutar ese momento en pleno contacto con la naturaleza.

No se sabe a ciencia cierta cuál es el origen de la palabra picnic (algunos le atribuyen un origen inglés: to pick: tomar y nick: en el inglés informal, robar algo[i]) pero según algunos documentos, la expresión habría aparecido por primera vez en un texto de Tony Willis en 1692, Les Origines de la langue française (“Los origines del idioma francés”), donde se explicaba que la expresión designaba una comida donde cada uno contribuía aportando algo para comer. En la actualidad, el diccionario Larousse[ii] nos dice lo siguiente sobre la definición y etimología de la palabra:

pique-nique : Repas pris en plein air au cours d’une promenade. (de piquer, picorer, et ancien français nique, chose sans valeur). O sea: comida realizada al aire libre durante un paseo (del verbo piquer : picotear –inspirado en las gallinas que picotean los granos- y nique : objeto sin valor).

Sea cual sea su origen, lo cierto es que la práctica es más antigua que su denominación!

Desde la Antigüedad hasta la era Moderna, el picnic representa un estilo de vida, en el cual el “adentro” y el “afuera” eran espacios con límites imprecisos. Se sacaba el mobiliario y se ponía la mesa literalmente para degustar los más sabrosos manjares! La naturaleza exaltaba los sentidos y por eso los señores de la época cantaban, bailaban, bebían…

Le déjeuner sur l’herbe, Édouard Manet, 1863

En el siglo XIX, la práctica del pique-nique se vuelve incluso una práctica cultural, testimonio de ello son las pinturas de la época, la más célebre “Déjeuner sur l´herbe” de Édouard Manet. Se observa también un estilo más romántico, donde las pérgolas, los columpios, los manteles bordados y la cristalería protagonizan la escena, el pique-nique se vuelve un juego de sociedad con sus propias reglas. La mesa desaparece poco a poco y sentarse sobre la hierba permite adoptar poses más relajadas. Además, el desarrollo de la industria ferroviaria permitió que muchas personas pudieran en sus días libres desplazarse hacia sitios de ocio, en plena naturaleza, alejados de las urbes, y disfrutar de un momento al aire libre con cada vez más frecuencia. La llegada del automóvil junto con los días de descanso pagos aportarán el toque máximo de libertad para que los trabajadores también gocen de esta aventura!

Pero, ¿cuáles son los infaltables a la hora de hacer un picnic? Una linda canasta de mimbre, un gran mantel a cuadros rojo y blanco (ambos elementos muy campestres que le otorgan al momento un costado romántico), productos frescos como sándwiches, ensaladas, frutas y verduras frescas, jugos, limonadas y por qué no un buen vino para brindar!  A estos clásicos les podemos dar un toque francés agregando una buena variedad de quesos y una sabrosa quiche!

Acá te dejamos entonces la receta de la famosa Quiche Lorraine, un clásico que perdura en el tiempo… al igual que el pique-nique!

Recetas de la quiche lorraine y de la quiche puerro-pollo

Paula Ruiz

[i] http://www.ldoceonline.com/dictionary/nick

[ii] http://www.larousse.fr/dictionnaires/francais/pique-nique/61102?q=pique+nique#60701