Tiempos de ocio: el cine cocina! – Marcel Pagnol, el cineasta que sabía comer…

Existen infinidad de placeres en la vida, sólo es cuestión de identificar cuál nos sienta mejor y por sobre todas las cosas hacerse el tiempo para disfrutarlos. Viajar, salir a pasear, leer, pasar tiempo con amigos, darse un baño caliente, taparse con una manta en invierno, un buen chapuzón en verano, hamacarse, celebrar lindos momentos en familia, comer, ver una película…

El tiempo es algo preciado y hacerse hoy de un lugarcito para tan sólo dedicarse al ocio, dolce far niente, grasse matinée o como quiera que se le diga, pareciera ser algo casi imposible. Ya en la antigua Roma, sólo los más ricos tenían ese privilegio y el ocio era casi una obligación! Vivían de rentas, lo que les permitía invertir gran tiempo en los baños públicos que abundaban para la época. Hoy, la neurociencia otorga muchos beneficios al ocio, al “aburrirse” para despertar en nosotros la parte ceativa!

Alguien que supo combinar varios placeres en la vida fue Marcel Pagnol. Cineasta, dramaturgo, ensayista, historiador, poeta, traductor… Una infinidad de actividades que desarrolló durante sus 79 años, sin contar varias de sus grandes pasiones, entre ellas la invención y la ciencia.

Nacido en 1895 en Aubagne, muy cerca de Marseille, Pagnol se crió en un ambiente muy familiar. Testigo de ello son sus obras La gloire de mon père (La gloria de mi padre) y Le château de ma mère (El castillo de mi madre), ambas partes de Souvenirs d´enfance (Recuerdos de mi infancia), su autobiografía, cuyos relatos nos transportan a una Provence perfumada, de suaves colinas y cálidas brisas de mistral. Más tarde, y por razones laborales, tuvo que trasladarse a París aunque su corazón y sus recuerdos más queridos quedaban en la Provenza. Al respecto dirá: «À Marseille, je suis toujours enfant, à Paris, je suis vieux…» (“En Marseille me siento siempre niño, en París soy un anciano”).

Su filmografía resulta, además de interesante, infinita. Amante del cine solía decir: «Le cinéma et moi sommes nés le même jour, au même endroit…» (“El cine y yo nacimos el mismo día, en el mismo lugar…”). Mientras rodaba, adoraba comer todos los días con su equipo conformando mesas enormes donde participaban actores, directores, técnicos, extras…

Entre la enorme cantidad de películas que realizó, podemos citar Marius (1931), Fanny (1932), César (1936), Topaze (1932), La femme du boulanger (1938), etc. Ésta última, “La esposa del panedero”, fue inspiración para el nombre de la panadería francesa Cocu[i]… Si hay algo que se le reconoció a Pagnol es que muchas generaciones de madres dieron de comer exitosamente a sus hijos con las recetas que aparecían en sus películas o novelas. Era muy frecuente observar escenas de la vida cotidiana que reflejaban desde aperitivos hasta platos tradicionales de la región a la cual él se sentía íntimamente ligado. Aquí algunos ejemplos:

Diálogo entre César y Marius, film Marius 1931

César: Sin embargo no es tan difícil, mirá. Metés un tercio de curaçao. Prestá atención eh! Sólo un tercio. Un tercio de limón. Ves? Un buen tercio de Picon. Ves? Y ahora, un gran tercio de agua. Y voilà!

Marius: Pero eso da cuatro tercios…

César: y?

Marius: En un vaso hay tres tercios

César: Pero no, eso depende de lo grande del vaso!

Marius: No… no depende de eso…

César: Por qué?

Marius: Eso es la aritmética!

Extracto de la novela “La gloire de mon père”, 1957
(Impresión de Marcel mientras cenaba bajo la higuera y se fascina con una lámpara a petróleo)
“Desde que la vi suspendida a una rama de la higuera, ardiendo, brillando, con la serenidad de una lámpara del altar, olvidé mi sopa de queso, y decidí consagrar mi vida a la ciencia. […] Desde que la colgaban a una rama, ella estaba rodeada del vuelo de las mariposas nocturnas, cuyas sombras danzaban sobre el mantel: quemadas por un amor imposible, caían todas quemadas sobre nuestros platos.”

 “Los desayunos de Marcel son abundantes. Taza de café con leche y sobre el pan delicadamente untado, mermeladas sabrosas.”

 

Extracto del film “Carta desde mi molino. Las tres misas rezadas”, 1954
“La trucha, lo principal es que sea fresca: es necesario que salte desde el río directo a la cacerola!”[ii]
Homenaje a este excelente artista, quien dejó huellas en varias generaciones combinando arte y gastronomía, una fórmula que nunca falla!

Paula Ruiz


[i]
http://cocu.com.ar/historia/
[ii] Todas las citaciones son N. del T.