Polémica alrededor del TAFTA, el buen comer francés en peligro.

(trad: Pollo con lavandina, Si, cocinado por el TAFTA)

En 2010, la UNESCO le dio su protección a la comida gastronómica francesa. Fue reconocida como patrimonio cultural inmaterial de la Humanidad, o sea como uno de los procesos culturales que «inspiran a comunidades vivas un sentimiento de continuidad respecto a las generaciones que les han precedido y revisten una importancia crucial para la identidad cultural así como para la salvaguardia de la diversidad cultural y de la creatividad de la humanidad».

Una mezcla original de sociabilidad y de gastronomía que reúne a los franceses alrededor de una mesa preparada con cuidado para compartir manjares de calidad acompañados del vino apropiado.

Cinco años después, el TAFTA (El Área Transatlántica de Libre Comercio), una propuesta de zona de libre comercio entre los Estados Unidos y la Unión Europea y sus áreas relacionadas plantea debates tumultuosos en Francia. ¿Por qué?

Breve resumen acerca del TAFTA:
El 8 de Julio de 2013, la Unión Europea y los Estados Unidos entablaron negociaciones para concluir un acuerdo comercial bilateral. La comisión europea está encargada de negociar este acuerdo en el nombre de la Unión, con cómo única excepción al libre comercio: los servicios audiovisuales – La agricultura no está prevista como sector de excepción.

El convenio transatlántico sería uno de los acuerdos de libre comercio y de liberalización de las inversiones más importantes, representando la mitad del PIB mundial y la tercera parte de los intercambios comerciales.

El mandato entregado a la comisión europea por el Consejo de ministros europeos del comercio del 14 de junio 2013 pide una “reducción sustancial de los aranceles aduaneros”. Los aranceles aduaneros son generalmente mucho más elevados del lado de la Unión europea, protegiendo así la calidad de sus productos agrícolas entre otros sectores. Por ejemplo, en ciertos sectores de ganadería, pueden llegar al 200% en la UE. Los aranceles aduaneros elevados traducen la voluntad de la Unión Europea o de los propios países de protegerse de la agricultura estadounidense más competitiva pero menos atenta a exigencias medioambientales y salariales.

Motivos de conflicto:
En caso de que el acuerdo sea votado, los esfuerzos de la UE para legitimar su política agrícola alrededor de prácticas más agro-ecológicas y de productos agrícolas de apelación geográfica y de calidad serían inoperantes ya que la Comisión europea reconoce que los Estados Unidos desean exportar una cantidad importante de sus productos agrícolas como el trigo y la soja (mayoritariamente transgénica).

Según los opositores a este tratado, la competencia acentuada conducería a la disminución de los costos de producción, lo que tendría como consecuencia la debilitación de los estándares ambientales, alimentarios y sociales. Otro de los efectos también sería la concentración de las explotaciones y la reducción  drástica de los empleos agrícolas.

Además, la Unión Europea y los Estados Unidos tienen muchas diferencias con respecto a las normas sanitarias y ambientales. El riesgo en ese contexto es el de una armonización hacia abajo, ya que la comisión europea se esmera desde ya para que las medidas sanitarias sean adaptadas con el objetivo de minimizar los efectos negativos sobre el comercio. Esas formulaciones dejan imaginar lo peor para el principio de precaución, no reconocido por los Estados Unidos pero que sí forma parte de varios tratados europeos: En la UE, el que quiere introducir nuevos productos o procedimientos de fabricación al mercado, tiene que demostrar la ausencia de riesgos (sobre la salud sobre todo). Si genera controversia científica, el principio de precaución puede aplicarse. Al contrario, en EEUU, para que no se pueda introducir un producto al mercado tiene que haber pruebas de su nocividad.

Ejemplos de productos o prácticas autorizadas en los EEUU y prohibidos en la UE:
– Todas las variedades de Organismos Genéticamente Moficiados (OGM) están prohibidas en la UE excepto el maíz MON810 (Es más, ciertos países europeos como Francia lo tienen prohibido al consumo).
– Las soluciones cloradas se usan en EEUU para desinfectar las aves, su uso está prohibido en la UE.
– La carne vacuna tratada con hormonas de crecimiento en EEUU, también prohibida en la UE.
– El uso de la ractopamina para el crecimiento de los cerdos (aditivo alimenticio para promover el crecimiento de los cerdos, especialmente de su masa muscular), prohibida por más de 150 países en el mundo, entre los cuales la UE, pero muy usado en los EEUU.
– Las harinas animales para alimentar al ganado también prohibidas en la UE.

En definitiva, la calidad de los productos locales franceses, el «savoir-faire» tradicional, la producción a pequeña escala que genera productos de excepción, todo lo que le confiere su riqueza y destaca la gastronomía francesa a nivel mundial podría desaparecer si se llega a votar el TAFTA.
Por eso amantes de la buena gastronomía, instituciones y organizaciones ciudadanas francesas están informando a la gente y luchando para que se preserve la calidad de la alimentación francesa, y no se aplique la competencia desmesurada al campo de la alimentación.

Valentina Otormín Dall’Oglio.