El 25 de mayo de 1911, Auguste Escoffier inauguraba «Les dîners d’Epicure» (Las cenas de Epicuro) para demostrar que la cocina francesa estaba lejos de vivir una época de decadencia: la idea era proponer el mismo menú, el mismo día, en varias ciudades del mundo con la cantidad más grande de comensales. Una parte de las ganancias tenía que ser donada al Hogar de Ancianos de los cocineros franceses. Ante un éxito planetario, reuniendo 300 personas en el Cecil Hotel de Londres y más de 4000 en el resto de los restaurantes participantes en el mundo, se decidió que el evento se realizaría cada año. Lamentablemente, la primera guerra mundial acabó con ese hermoso proyecto.
Estos últimos años, la fundación Escoffier reanudó con la idea del gran cocinero, organizando cenas caritativas para celebrar el talento de los chefs franceses, pero únicamente dentro de las fronteras francesas y en las mesas de la élite. Afortunadamente, el chef de múltiples estrellas Alain Ducasse relanzó el proyecto original de A. Escoffier este año, apoyado por el Ministerio de Asuntos Exteriores francés.
Veamos quién era el gran hombre gracias a quién van a poder disfrutar de una exquisita cena el 19 de marzo… (menus y detalles en http://www.lucullus.ar/goutdefrance.html)
Conocido como el “emperador de los cocineros”, Auguste Escoffier fue un cocinero y gastrónomo Francés. Nacido en una familia humilde, empezó su formación en el restaurante de su tío, quién tenía el “Restaurant Français” en Niza.
Su vida puede ser caracterizada como nómada, ya que sembró su talento culinario en varias ciudades francesas, y luego a través del mundo, multiplicando las experiencias exitosas. Supo sacar ventaja de las oportunidades que se le presentaron, hasta de la guerra franco-prusiana de 1870, en la que fue cocinero del mariscal Mac Mahon. En ese contexto desarrolló toda una reflexión sobre la alimentación de las tropas y en particular pudo considerar nuevos métodos de conservación de la comida.
A. Escoffier fue chef en restaurantes que solían recibir a las personas más famosas del siglo 19, como Sarah Bernhardt, Juliette Adam, o Gustave Doré tanto en su primer restaurante, “Le faisan doré” que inauguró en 1876 en Cannes, como en restaurantes internacionales tal el prestigioso “Savoy” en Londres (Inglaterra), punto de encuentro de la élite internacional.
También se conoce A. Escoffier por sus publicaciones: Entre las más famosas se destaca el reconocido Guía de Cocina Le Guide culinaire, publicado en 1903.
Además, el éxito se le debe a su capacidad de asociarse con personalidades de gran talento, como César Ritz, con quién estableció numerosos hoteles y restaurantes de renombre. Juntos inauguraron la sociedad “Le Ritz” en 1898, César Ritz encabezando los hoteles, y A. Escoffier sus cocinas.
Empíricamente, su nombre queda grabado en los recetarios de cocina a través de comidas o postres que creó, inspirándose entre otras cosas en las frecuentaciones de sus restaurantes. De esa manera, por ejemplo, nació el Melocotón Melba, inspirado en la soprano australiana Nellie Melba.
Jubilado, A. Escoffier siguió poniendo a disposición sus conocimientos técnicos, especialmente en su cooperación con la industria agro-alimenticia a través de Julius Maggi, logrando el desarrollo del famoso caldo Kub.
Falleció en 1935, dejando detrás de él una huella inmutable en la historia de la gastronomía, además de la clave de la felicidad “La buena cocina es la base de la verdadera felicidad”.
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Valentina Otormín Dall’Oglio.