1 solomillo de cerdo de 600 g
4 cebolletas
1 hilo de aceite de oliva
20 g de mantequilla
Pimienta negra
Sal
Para el acompañamiento:
2 morrones rojos
1 hilo de aceite de oliva
2 ramitas de tomillo
1 diente de ajo
1/2 piña
8 ramitas de salvia con sus flores
Pimienta negra
Sal
Preparación:
Los morrones: Cortar los morrones en 2 a lo largo, retirar los tallos y sazonarlos con sal y pimienta. Rociar con aceite de oliva, añadir a cada uno 1 rama de tomillo, 1/2 diente de ajo y envolver en papel de aluminio. Cocer estos papillotes durante 1 hora en horno precalentado a 100º. Retirar del horno y cortar los morrones en tiras.
La piña: Pelar la media piña y cortar la pulpa en dados. Picar las hojas de salvia, mezclar con los dados de piña y reservar en el frigorífico.
El solomillo: Dorar la carne con el aceite y la mantequilla en una cazuela. Añadir las cebolletas en juliana, cocer 2 minutos e incorporar los pimientos. Tapar la cazuela y meter al horno, precalentado a 180º, durante 8 minutos. Añadir la piña y hornear 10 minutos más. Probar de sal y de pimienta y rectificar si fuera necesario.
Presentación:
Cortar el solomillo en lonchas gruesas y acompañar con los morrones, la piña y el jugo de cocción. Dejar reposar la carne unos minutos antes de servir.
Para saber más sobre Anne-Sophie Pic, descubrí su retrato en la sección «Una Historia de Chefs«.