Mathieu Benoit
Los caminos que llevan a la actividad gastronómica son inesperados. En el caso de Mathieu Benoit, su recorrido comenzó como profesor de tenis en Normandía y siguió como gerente comercial para la zona de Bretaña de la marca de procesadores de alimentos Thermomix. Sin embargo, después de varios años de vida cómoda, sintió que tenía que viajar.
Para prepararse para la Argentina, país que con su mujer Noémie eligieron como destino, Mathieu Benoit trabajó como gerente de uno de los dos restaurantes pertenecientes a sus padres en Les Sables d’Olonne.
Una vez desembarcado y después de recorrer el país durante seis meses, Mathieu entró en 2013 como encargado de venta en la panadería porteña Cocu. Poco a poco, tomó fuerza el proyecto de montar una pastelería propia, que requería por parte de “Mat” formarse en el oficio de pastelero. Entonces volvió a Francia para estudiar y trabajar con Patrick Gelenscer, el mejor pastelero chocolatero de La Roche-sur-Yon.
Una experiencia muy enriquecedora, que aún recuerda con placer.
De regreso en Buenos Aires, Mathieu trabajó un año como pastelero en Cocu y prestó sus servicios a Jérôme Mathe antes de lanzarse con su propio proyecto. A esta altura del relato, fue decisiva su amistad con Benjamin Crevant, quien había notado, durante una estadía en París, el éxito cobrado por una fábrica de cookies. Entonces Benjamin y su mujer Rozenn se convirtieron en socios inversores de Mat y Noé y juntos abrieron un primer local de French Cookies por la zona de Palermo Hollywood, seguido por un puesto en el outlet a cielo abierto Distrito Arcos. El objetivo era claro: hacer cookies, un monoproducto de estilo americano preparado con las técnicas de la pastelería francesa. En detalle, la base de galletita se adorna frente al cliente con diversos tipos de coberturas como ganache, cremas, merengues para lograr un resultado innovador, colorido y exquisito.
Desde que abrió el local en 2018, Mat ideó más de cincuenta variaciones de cookies que combinan sabores clásicos, como chips de chocolate, con mezclas más exóticas de coco y ananá, en un claro homenaje a la piña colada. Existen también propuestas inspiradas en postres franceses como la poire Belle-Hélène, la tarte Tatin o la galette des Rois. Si bien los sabores varían, siempre quedan en la carta quince opciones
acorde a la temporada. Las cookies seducen mayoritariamente a una clientela femenina: acuden grupos de estudiantes, madres con sus hijos a la salida del colegio, señoras quese sientan a tomar un slow café orgánico en la mesita de la vereda. La clientela masculina, en cambio, suele comprar de a dos cookies y las come sin culpa una tras otra en la vereda.
Mat le dedica un cuidado especial a la selección de los ingredientes, orgánicos en su mayoría, para preservar la frescura del producto final. Los mismos criterios se aplican a los platos salados, sean ensaladas o croque-monsieur en sus múltiples variantes, que se comercializan en el local de la calle Honduras.
Gracias a la experiencia adquirida durante estos últimos años, Mat y Noé sueñan con abrir un nuevo local en otro barrio, como Recoleta, con una propuesta de salón de té más enfocada en la pastelería. Desde el confinamiento, ya empezaron a deleitar a la clientela con nuevas opciones dulces como éclairs au chocolat, Paris-Brest y macarons.
French Cookie Honduras 5760, Palermo Hollywood, Buenos Aires, Argentina 11 2696-9497 |