Morgan Chauvel
Es posible ser a la vez ingeniero y panadero? Morgan Chauvel logró resolver la ecuación y sumar las competencias de cada profesión para crear y llevar adelante Cocu, una panadería-bistró en Palermo Soho.
De joven siguió el mandato familiar, trabajó de ingeniero informático hasta que se hicieron imperiosas sus ganas de viajar.
Eligió como destino la Argentina, adonde llegó en noviembre de 2010. Disfrutó de su tiempo libre, después tuvo que trabajar de lo suyo y mientras tanto, se puso a idear la mejor forma de quedarse en el país. Desde su llegada, había observado el potencial que existía para armar una panadería al estilo francés.
Empezó a idear el proyecto con compatriotas y, para llevarlo a cabo, no dudó en volver a Francia donde se formó como aprendiz de doce maestros de la panadería artesanal. En 2012, ya estaba de vuelta en la Argentina.
Encontró una esquina privilegiada en pleno Palermo Soho y después de tres meses de obra, inauguró un acogedor y luminoso local, con grandes pizarrones, horno y panes a la vista, paredes de ladrillo y amplios ventanales. Ahí, vecinos del barrio, turistas, francófilos y franceses vienen a comprar panes, facturas y postres para llevar, disfrutar de un café acompañado de algo dulce o experimentar la carta de salados.
Cocu (cornudo en francés) el nombre peculiar que eligieron para la panadería, resulta un guiño a la película de Marcel Pagnol, La Femme du boulanger (La mujer del panadero, 1938), una obra clásica del cine francés donde resulta que, por la infidelidad de su mujer, el panadero de un pueblito de Provenza deja de amasar pan y arma un gran revuelo.
Más allá del nombre, a Morgan le importaba asentar su proyecto en un concepto fuerte e innovador y promover la cultura y la auténtica cocina francesa a través del pan, de la viennoiserie, de la pastelería y de platos salados. ¡Nada de dulce de leche! Aun que terminó incorporándolo a los famosos canelés.
Al inicio, Morgan hizo literalmente de todo: desde la gestión a la elaboración del pan. Poco a poco, pudo sumar gente a su equipo y tomarse el tiempo de crear un software par administrar mejor su negocio. Más tarde, encaró un máster en gestión de pymes que le enseñó metodología.
La totalidad de la producción de Cocu es casera y los ingredientes en su mayoría orgánicos. Su pan elaborado a partir de masa madre se encuentra tanto en la mesa de la Embajada de Francia como en la de restaurantes; su producto estrella, el croissant, fue premiado por el jurado de Le Marché.
Entre los platos sala dos para el brunch y el mediodía, hay ensaladas, sándwiches preparados con diversos panes, tartas, sopas y el típico croque-monsieur. También se suman propuestas más regionales como la socca y la pissaladière, especialidades de Niza, ciudad donde Morgan pasó gran parte de su juventud.
Hoy en día, nada parece detener al inquieto Morgan, que recién abrió dos puestos Cocu en un nuevo mercado cerca de la plaza Armenia y en Paul French Gallery. Trasladó parte de los procesos de producción a un espacio más grande, situado cerca de su actual local. Además, le gustaría volver a involu crarse más en la cocina, dar clases, dedicarse en profundidad a los recursos humanos, un tema que lo convoca.
Después de la pandemia, pudo inaugurar un nuevo concepto en su primer local: ¡tapas mediterráneas a la brasa!
Boulangerie Cocu Boulangerie COCU Malabia 1510, esquina Gorriti, Buenos Aires, Argentina 4831-4675 |